Un domingo cualquiera.

Domingo 6 de la tarde, es aquel momento en el que, estés haciendo "whatever" cosa que estés haciendo, te preguntas si aún tienes tiempo de hacer algo más provechoso o mejor regresas o te quedas en casa y descansas pansa arriba frente a la tele para guardar energias y comenzar una briosa nueva semana laboral.

Ayer esa encrucijada me sorprendió en San Marino después de comer un "burrito a lo macho", que para ser sincero no tenía ninguna propiedad andrógena, pero estaba bueno, la cuestión es que se presentó la oportunidad de ir a una exposición pictórica en el MAAC, me dije, no está de más un poco de cultura para terminar el fín de semana. Así que decidimos ir una amiga y yo, y otra amiga mas que íbamos a recoger después, a la consabida exposición de un tal Velarde o algo asi. Al final de cuentas, cuando llegamos al MAAC no encontramos nada pictórico ni que se le parezca, excepto un mural con las caras de todos los "giles" que pasaran por ahí para apoyar la obra municipal :S

En vista de nuestro fracaso, decidimos caminar por el malecón gozando de la refrescante brisa del Guayas como compañia. Encontramos un puesto de helados y nos comimos unos "cornetos". Luego nos sentamos en unas bancas a platicar, en eso una de mis amigas dijo una frase que es bastante conocida pero absolutamente verdadera, "no importa el lugar en el que estés, sino en compañia de quien estés", que mejor ejemplo para esta máxima que el episodio que acabo de describir, un frustrado intento por culturizarnos desembocó en una amena y divertida plática con dos personas sencillamente encantadoras. Este tipo de encuentros casuales son los que me hacen renegar de todas las veces que opté por quedarme pansa arriba en casa haciendo zapping.