Saturday, August 05, 2006

El mar eterno

Ustedes recuerdan la película La Profecía (The Omen), donde se presentaba al anticristo como el famoso Damian Thorn y de la cual recientemente se hizo un remake mediocre. Hago alusión a esta cinta porque en una parte hacen una interpretación de un pasaje de la Biblia, haciendo una metáfora sobre la política como el mar eterno, de donde saldría "La Bestia".

Bueno, podemos decir hoy en día que eso no esta tan lejos de la realidad en la política ecuatoriana, no se alarmen, no estoy prediciendo que "La Bestia" saldrá de nuestro lindo Ecuador, pero hay algunas bestias de menor rango que si las tenemos en nuestras tierras y al alcance de todos. Acojo este tema porque ya se acerca el periodo de elecciones, y como cada cuatro años, estos seres tratarán de seducirnos, cautivarnos y hasta enamorarnos para que hagamos una cruz al lado derecho de su rostro en la papeleta. Y como siempre, nuestro querido pueblo ecuatoriano votará por el que más ha salido en televisión o por aquel cuya cancioncita le de vueltas en la cabeza. Y comenzará aquel proceso cíclico en el que luego de un poco más de 20 meses, se estarán preguntando porque votaron por ese o aquella, y querrán que los indígenas lleguen a Quito para corregir el error que cometieron.

No es de asombrarse que los partidos políticos no tengan el menor reparo en postular personas que no tienen la menor idea sobre política y leyes, lo que si es de asombro, es el número de postulantes con este perfil que hoy en día se presenta en la palestra. Andrés Pellacini, Gabriela Pazmiño, Carlos Luís Morales, Luzmila Nicolalde están entre los figurines de pantalla que hoy se candidatizan a honorables diputados, y hablando de honor se me olvidaba Henry Carrascal, aquel ex periodista que está acusado de estupro, vaya joyita. No olvidemos que han sido tentados Alfonzo Espinoza, Andrés Carrión y hasta Vito Muñoz.

Mi pregunta es, ¿no es evidente que las elecciones son solo un juego de popularidad del que somos victimas todos? Para aplicar a un empleo debemos hacer concursos de merecimientos, evaluaciones psicológicas, pruebas de conocimientos y dar constancia de nuestra honorabilidad. Pero los cargos públicos son los mejores empleos que hay, no debemos hacer nada de estos engorrosos trámites, simplemente salir en TV, radio o lo que sea, y esperar que algún partido político nos haga la propuesta, y listo, las mejores vacaciones de tu vida..... perdón, tu nombramiento como diputado.

Es una lástima que los que en verdad pensamos nuestro voto seamos la minoría, y el resto que tiene sus infaltables tardes reguetoneras con "A Todo Dar", se encarguen de hundir más al país cada cuatro años. En fin, esto no es un mail para sugerir a este último grupo que medite su voto, porque asumo que están muy ocupados viendo el trasero de las modelos, pero es una forma de desahogarme, puesto que como lo dice la Biblia, este es el "Mar Eterno" y nunca cambiará.

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